CCCXAcapulco

Antecedente:

El 24 de octubre del 2023 el huracán Otis que en 9 horas se intensifico hasta llegar a categoría 5 impacto acapulco dejando perdidas por hasta 15,000 MDD (según datos de la OMM, este siendo el desastre meteorológico que causo las mayores perdidas económicas en el año), para poder magnificar el tamaño de la perdida económica esta fue 0.002% menor que el PIB de todo el estado de Guerrero en 2022 (según datos del INEGI). En pocas palabras, en menos de 24 horas una de las playas más emblemáticas del país se cayo a pedazos.

El proyecto.

Días después del huracán Álvaro Balderas una de las mejores personas que conozco y pieza angular de este proyecto fue a Acapulco a ayudar con lo que se pudiera, entregando despensas, buscando personas y removiendo escombros. Cuando regreso me conto lo que vivió y las personas que conoció, entre ellas el Mtro. Esli Navarrete (o como nos gusta llamarlo "Eslindo" o "Eslider") quien lleva años dedicándose a conocer las reales problemáticas de estas comunidades y tratar de solucionarlas, en el teníamos un crack que podía encargarse de la logística para que el impacto llegara a donde queríamos.

Una de las cosas que más nos preocupaba era que la ayuda estaba llegando en su mayoría a La Costera y que muchas poblaciones (en especial las más marginadas de la zona) no estaban recibiendo la ayuda que necesitaban.

Queríamos ayudar a estas comunidad y lo primero que logramos fue un patrocinador que nos ofreció un tráiler para llevar la ayuda, la meta ahora era llenarlo.

Comenzamos a organizar un congreso de emprendimiento, con la intención de recaudar fondos por parte de patrocinadores y asistentes, increíbles personas como lo son Josu Gurtubay (Co-founder Cubbo), Moisés Hamui (SoyMacho, entre muchas otras), Manolo Atala (Co-founder Fairplay) y Emiliano Iturriaga (Co-founder Rutopia) fueron los ponentes y lo hicieron pro-bono, siendo super honestos el congreso fue un fracaso total, el número total de asistentes nunca fue mayor a 10 aunque esperábamos al menos 100, tampoco se recaudo nada en el punto de acopio... por lo menos aprendí que por el momento no soy bueno organizando eventos.

Teníamos 6 días para recaudar lo suficiente para llenar el tráiler, Valo (Álvaro) y yo estábamos temblando, abrimos un crowdfunding y empezamos a circular la voz, yo estaba en finales, a una semana de presentar mi examen de titulación, fueron días largos y estresantes pero cada vez veíamos la barra del crowdfunding acercándose más a la meta y NOS impulsaba a seguir mandando correos, llamar a conocidos y sobre todo organizar como íbamos a convencer a un super de meter un tráiler a su estacionamiento, armar más de 600 despensas y subir todo en un día. Para esto, yo soy ingeniero, valo es psicólogo, y por supuesto que nunca habíamos organizado algo ni remotamente parecido.

El fin de semana,

Viernes

Nos citamos en un Bodega Aurrera en la CDMX, el tráiler llegaba en la madrugada del día siguiente, si nunca han empacado una despensa probablemente pensaban como yo que no podía tardar más de 1 minuto, los aproximadamente 15 voluntarios que éramos comenzamos una línea de producción que involucraba el lanzamiento de bolsas de frijol, utilizar un poncho impermeable para sellar las botellas de cloro, entre otras múltiples tareas poco frecuentes, llevábamos más de 3 horas y nos faltaba más de la mitad cuando el turno de la tarde acabo y llegaron algunos colaboradores a ayudarnos de forma voluntaria (recordar que era viernes a las 7 p.m), imagínense una entrada tipo Power Rangers y sin decir absolutamente nada estos cracks empezaron a trabajar como maquinas, era una sinfonía de manos, acabamos cerca de las 9 p.m.

El staff del Bodega Aurrera Santa Fe se llevo la tarde, la paciencia que nos tuvieron, la disponibilidad y organización de los productos y que nos hayan dejado almacenar todo en la noche hicieron que esto fuera posible.

Sábado,

Regresamos 7 am para comprar lo restante y subir todo al tráiler, cuando nos dimos cuenta que llenar un camión de 40 pies sin montacarga es verdaderamente un tema y que probablemente no íbamos a llegar a Acapulco a la hora que esperábamos, llegaron otra vez los Power Rangers (desafortunadamente no anote sus nombres pero en las fotos pueden ver a estos héroes). las cosas seguían saliendo bien; salimos hacia nuestro destino y empezamos a ver como Chuy (el chofer del tráiler) maniobraba para salir del pueblo de Santa Fe y entrar a periférico, me atrevo a decir que ni el Checo puede hacer esa magia.

Entrega,

La entrega se llevo a cabo la primera semana de diciembre con la ayuda de voluntarios que fueron desde la CDMX como Alvaro Balderas, Lorenzo Acosta, Israel Santana, Eric Torres, el equipo de Esli Navrrete y "El trends" (@Acapulcotrends). Aunque fue exactamente 40 días después todavía llegamos a una ciudad que definitivamente necesitaba ayuda y que actualmente la sigue necesitando.

Sabemos que una despensa, ropa o un colchón no iba a cambiar la vida de las personas que ayudamos, pero si regalamos sonrisas definitivamente; uno de los mayores aprendizajes que tuvimos (que nos repitieron en todas las comunidades a las que fuimos) fue que lo más importante de lo que hicimos fue enseñarles a estas comunidades que no estaban solos y que hay mucha gente increíble que se sale de su vida para ayudar a los demás.

Cumplimos otro de nuestros propósitos cuando nos dijeron en la colonia Los naranjitos que habíamos sido la primera ayuda que les había llegado, otras puntos en los que repartimos los viáticos fueron: Escuela Galo Soberón, las colonias Nueva Era 2000, Bonfil, Generación 2000, Ricardo Morlett Sutter (sin duda la más afectada), Bellavista Papagayo, San José Guatemala, así como ayudar a reconstruir el conservatorio de tortugas.

Resumen:

En realidad tuvimos perdidas por poco más de $8,000 pero de ninguna manera puedo decir que salimos perdiendo, el ver este sueño nacer con nuestro primer proyecto, poder ver el apoyo y la confianza de las personas, las sonrisas de las personas que recibieron la ayuda, las retas de fut y la rifa de colchones fue de las experiencias más enriquecedoras que he tenido en la vida.

Aprendí que ayudar en realidad es un privilegio no solo porque usualmente si estas ayudando significa que por lo menos en ese momento no necesitas que te ayuden, sino porque poder ayudar NOS recuerda que estamos vivos, que la calidez humana es una delicia y que puedes conectar con personas en cualquier situación.

Creo que cuando te reúnes con personas con una meta en la que tangiblemente no estas recibiendo nada y que haces un esfuerzo para tocar a algunas personas, se empieza a sentir un sentimiento colectivo, hacer el bien no solo esta bien sino que también se siente bien. Sería muy bonito poder compartir este sentimiento y a eso aspiramos.

Pablo